La digitalización del ciclo de vida de la biomasa
Greenalia está en un proceso de transformación digital constante, un modo de entender las nuevas tecnologías que le permite avanzar, adaptarse y optimizar sus procesos de forma constante para ir en consonancia con las necesidades del ambicioso y complejo contexto actual. En esta línea de trabajo transversal, uno de los ejes más destacados ha sido la digitalización completa de todo el negocio de biomasa de la compañía. Para ello se ha implantado SAP como principal gestor de sus procesos.
Con la implantación de este sistema, se ha conseguido digitalizar toda la cadena de valor. Desde el origen de la materia prima a la transformación, todo está controlado bajo una serie de aplicaciones móviles. Así, desde la certificación, incluyendo la gestión de la biomasa para su transformación en electricidad y cualquier proceso intermedio se gestionan a través del software creado para ello.
Esto permite, no sólo trabajar con un modelo “papel cero”, sino también mejorar la calidad y control de toda la cadena, de modo que se pueden implementar medidas predictivas, preventivas, correctoras y de mejora sobre el terreno. Un avance que, sin duda, redunda en una mejora de la planificación, mayor eficiencia del trabajo en las diferentes áreas y en una mayor modernización de un sector originalmente primario, pero cuya cualificación e industrialización es un camino sin retorno.
Para que todo esto sea posible, las aplicaciones usadas deben ser capaces de manejarse con criterios de agilidad y adaptabilidad a toda la plantilla, además de estar totalmente integradas dentro de todo el proceso vertical. Así es posible acceder a todo el desarrollo de forma offline y transparente, tanto desde la aplicación móvil como desde el portal de la compañía.
De este modo, es posible tener visibilidad en tiempo real del proceso de aprovisionamiento de la planta de biomasa, eliminar la gestión de papel y reporting manual, simplificar los procedimientos administrativos de manera drástica, con la consiguiente optimización temporal y rápida reacción en caso de cualquier necesidad. Todo ello con el plus añadido de que la digitalización permite una reducción de residuos y stocks de entre un 10 y un 20% y, por lo tanto, un ahorro de costes.