El sistema de almacenamiento de energía en baterías (BESS por sus siglas en Inglés) es una tecnología que permite almacenar el exceso de generación de energía y descargarla en un momento posterior para proporcionar electricidad u otros servicios a la red cuando sea necesario, permitiendo así aumentar la eficiencia y la flexibilidad del sistema eléctrico y proporcionar energía ininterrumpida durante los periodos de baja producción. Las tecnologías de almacenamiento de energía son una solución fundamental para proporcionar energía de reserva, diversificar la combinación de suministro, disminuir el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos y, en definitiva, ayudar a construir una red más resistente.

Es una tecnología al servicio de las fuentes de energía renovables, que no contaminan, son inagotables y reducen el uso de combustibles fósiles, origen de las emisiones de efecto invernadero que causan el calentamiento global. Además son autóctonas y disponibles en la práctica totalidad del planeta, lo que contribuye a reducir las importaciones energéticas y a crear riqueza y empleo de forma local.